Asturias es conocida por su paisaje verde y su clima húmedo. Sin embargo, esa misma combinación que hace de la región un lugar único también supone un reto para la conservación de edificios y fachadas. La lluvia constante, la humedad ambiental y la salinidad en zonas costeras influyen directamente en el deterioro de los materiales de construcción.

En este artículo te explicamos cómo afecta el clima asturiano a las fachadas y qué soluciones existen para protegerlas.

 Factores climáticos que dañan las fachadas en Asturias

1. Lluvia frecuente

   • La precipitación constante favorece la aparición de manchas de humedad, filtraciones y desprendimientos en revocos y pinturas.

   • Con el tiempo, el agua puede penetrar en muros y provocar problemas estructurales.

2. Humedad ambiental alta

   • Asturias tiene una humedad relativa superior al 70 % la mayor parte del año.

   • Esto genera condensaciones y favorece la proliferación de hongos, musgo y verdín en fachadas, sobre todo en orientaciones norte y zonas poco soleadas.

3. Cambios térmicos y heladas

   • En invierno, el contraste entre temperaturas bajo cero y la humedad acumulada acelera la física de la heladicidad (expansión del agua al congelarse), lo que agrieta morteros y revocos.

4. Exposición a la salinidad (en áreas costeras como Gijón, Avilés o Llanes)

   • El aire marino contribuye a la corrosión de elementos metálicos y degrada revestimientos exteriores.

 Consecuencias más habituales en las fachadas

• Desconchados y desprendimientos de pintura o mortero.

• Eflorescencias (manchas blancas de sales en muros).

• Fisuras y grietas que permiten filtraciones de agua.

• Moho, musgo y verdín que deterioran el aspecto estético y favorecen problemas de salud.

• Pérdida de aislamiento térmico, con mayor gasto en calefacción.

 Soluciones para proteger las fachadas en climas húmedos

1. Revestimientos impermeables y transpirables

2. Sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE)

3. Fachadas ventiladas

4. Mantenimiento periódico

5. Materiales resistentes a la humedad y la salinidad

Conclusión: prevención y soluciones locales

El clima asturiano, con su humedad y lluvias constantes, exige una atención especial en el cuidado de las fachadas. Una rehabilitación bien planteada no solo mejora la estética del edificio, sino que también alarga su vida útil, evita filtraciones y reduce el consumo energético.

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